- Con que quitándome la diversión.... - dijo con voz fría la fémina de perlados ojos... - pero me agrada tu estilo... ¿quién eres y que buscas en mi territorio? - dijo guardando una prudente distancia, y aunque estaba de pie y con los brazos cruzados no bajaba la guardia mirando al extraño que se había presentado en los campos cercanos a su escondite...
El día era bello y una muy suave brisa agitaba su azulado cabello y su azabache capa mientras trataba de decifrar la mirada de aquel individuo.